miércoles, 2 de febrero de 2011

El cisne blanco

Sentado en la terraza de su nuevo departamento en el extranjero, Leonard tomaba su café en espera de su próxima clase. El departamento quedaba a veinte minutos caminando de la escuela. Sentía un ferviente terror en las venas. Eran aproximadamente las tres de la tarde y ese era su mejor día según el cambio climático, pues estaba la temperatura a 14 °C, era perfecto, tomando en cuenta que él, como joven latino estaba acostumbrado a los 24 °C. Ahora los 14 °C eran el apóstrofe de la magnificencia. -¡Qué sublime!- pensó –Mejor que cualquier clase, mejor que cualquier compañero del aula…- Leonard se encontraba algo deprimido. La universidad que había seleccionado dependía exclusivamente de la teoría del arte y no sobre la creación. Ahí la gente hablaba de textos, conocimiento, pero no de una construcción de juicio.

El conocimiento, en aquella universidad a la que asistía, era obligado, sin embargo el uso de dicho conocimiento era más bien ignorado. A los estudiantes de su presente universidad les faltaba una conciencia de la creación tanto como la discusión y el debate del arte contemporáneo, ¿significaba que ahora Leonard sentía una abolición del arte clásico?, ¿Qué era bueno estudiarlo pero no tanto, que mejor sería crear, hacer, meterse de lleno y devorarse las materias desde una visión creativa?. Se volvía a sentir como pez fuera del agua. En algún momento, cuando entró a la universidad de su país, se sintió inadaptado, él venía de una escuela cuadrada sobre medicina; ahora en el extranjero su escuela era de teoría del arte, el problema era que él venía de una escuela de creación, aún cuando su especialidad fuera la teoría, no podía dejar de sentirse incómodo. ¿Por qué no había pensado en una escuela de Bellas Artes?, ¿cuál había sido la razón para huir?

Antes de partir de la casa de su abuelo, se había acostado con Sebastián un par de veces. El jardinero, aunque discreto, había resultado un gay bastante fogoso, incluso Leonard pensó que se enamoraría no de él, sino de su manera de tener sexo con él. Al final tuvieron que separarse, ninguno de los dos pretendía poner en peligro su situación frente al abuelo de Leonard; primero porque Sebastián era su alumno predilecto, así como su tutorado, por lo tanto dependía enteramente de Don Leonard; en segundo lugar, porque Leonard necesitaba el dinero para su viaje, dinero que consiguió. Así que la solución fue tener sexo un par de veces y después separarse el uno del otro sin mayor interés. Pero claramente eso no significaba que Sebastián estuviera de acuerdo. “Parece que siempre estás huyendo”, le había dicho a Leonard, “Siempre estás corriendo de un lugar a otro”, y era verdad. Estaba justo ahí, en la terraza, huyendo de todo. De su hipocresía frente a su familia, de Orlando y los proyectos que tenía con él, de su deficiencia de escritor… en pocas palabras: de lo mismo de siempre.

Estar en el extranjero debía ser una nueva experiencia, no un rencuentro con sus entidades anteriores. Se sentía débil, asustadizo, como el cisne blanco del “Lago de los cisnes”, un cisne que en varias ocasiones se ve derrotado por el cisne negro. Leonard deseaba ser el cisne negro, anhelaba con toda su alma poder convertirse en la deseada ave seductora, libre de todo pensamiento aparentemente intelectualoide, presto a las bajas pasiones y seguro de sí mismo, sin embargo parecía no obtener nada si no estaba en la zona segura, una llena de confort.

2 comentarios:

  1. La imagen de Leonard en este capítulo me dejo con una especie de calma...

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  2. Yeni, querida. Como debe ser, Leonard tiene el permiso y el lastre de disfrutar y sufrir cosas que yo no rozo más que con el pensamiento y la imaginación. Sin embargo siempre existirán paralelismos. Es mi alter-ego, eso no se niega.

    Yo estoy tranquilo, pero pronto Leonard no lo estará. Ya le voy planeando un par de cosas para él. Espero disfrutes esta última mmm ¿temporada? De “La campana de cristal” jajajaja lo sé, suena tan a serie norteamericana. Mejor digamos que es la última etapa de este blog.

    Saludos chica!

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