sábado, 12 de junio de 2010

Sex and art in the city (parte I)

En el mismo escenario en el cual se acostumbraba ver con sus amigos pero dentro de un distinto acto, Leonard estaba desayunando con Eliee, Trish y Murat en la cafetería universitaria, que más allá de ser un desayuno, almuerzo o comida, se podría llamar una junta catártica académico/sexual de fin de semestre.
-A todos nos encantó tu pieza Leo, tiene tanto encanto- le decía Eliee mientras examinaba minuciosamente su ensalada césar.
-Gracias, la verdad es que por ello no pude verlos toda la semana pasada, he tenido mucho trabajo pero ya terminé prácticamente todos mis trabajos, sólo estoy esperando la fecha de entrega.
-¿Desde cuándo te convertiste en alguien tan perfeccionista? Me agradaba más tu etapa de fumador compulsivo- Eliee tomaba un jitomate fresco. Efectivamente Leonard había dejado de fumar frente a ellos pero por lo mismo ahora tenía un par de heridas más en el brazo ¿podría decirles a sus amigos que se autoflagelaba ocasionalmente? Impensable -¿Y esa playera de manga larga? Querido, ¡hace tanto calor!
-Lo sé Eliee, pero cuando llegué en la mañana hacía mucho frío, ya ves, las clases con el escritor que inician a las ocho de la mañana me hacen despertar a las cinco y media para salir a las seis de mi casa.
-Yo la habría dado de baja- bufó Murat al momento de beber lo que posiblemente era su cuarta taza de café- pero ¿saben lo que me agrada de los fines semestrales? Es que se adelgaza y muy bien, es por lo único que me alegro el haber tomado nueve materias.
-Eso no es nada cabrón, Leo tomó diez- dijo Trish.
-Pero Leo es un masoquista, además, nos ha tenido abandonados todo este tiempo, por más que sean buenas sus piezas para Artemisa, eso no le exime el descuidarnos. Pero por eso al final de todo esto nos vamos de antro en antro, bar por bar por toda una noche, iniciamos a las diez de la noche y terminamos a las siete de la mañana ¿qué les parece?- Eliee parecía muy emocionado.
-Tengo que ver, últimamente no he tenido todo el ingreso económico que desearía tener, además debo buscar un lugar dónde pasar la noche, ¿recuerdan? Sigo sin tener departamento en esta pequeña ciudad.
-Puedes quedarte conmigo Leo, tengo mucho espacio- Trish era el único que en ese momento comía carne, una gran hamburguesa de tocino. Como de costumbre Leonard no comía más allá de un jugo.
-Pero nada de orgías en esta ocasión… por favor- Leonard entornó los ojos, la última vez que se había quedado en casa de Trish terminó en los pies de sabía qué hombre, junto a la espalda de no quería recordarlo, al lado de la boca de quién mejor no quería ni mencionarlo.
-¡Pero si vamos a ir de bar en bar!- le gritó Eliee.
-¿No están ni ligeramente cansados de ese tipo de vida? Somos un cliché, gastamos gran parte de nuestro ingreso en drogas, condones, alcohol y ropa bonita.
-Ni lo digas Leo, que eres el que menos entra a nuestros menesteres, la otra ocasión te perdiste durante más de un fin de semana. Está bien que lo hagas por tus ponencias, pero ya van muchas veces que desapareces y reapareces algo cansado…- decía Murat cuando Eliee le interrumpió.
-O chupado… ¿qué? No buscabas esa palabra Mur ¿querido?
-No Eliee, no buscaba esa palabra, pero supongo que podemos usarla. Efectivamente apareces algo chupado, en el sentido que ahora te ves mucho más delgado y no de una forma saludable, ni si quiera comes.
-Esa es discusión vieja ¿no?- sentenció Leonard- ¿no les aburre acaso ni un poco de ser esta personalidad gay de revista? Todos nosotros parecemos la representación del mismo patrón. Todos delgados, preocupados por lo que comemos, intentamos vestir con decoro, creemos que los veinte años se nos pueden acabar en un parpadeo y aceptamos el acostarnos con cualquiera, asistimos a esos horribles antros gay con música electrónica de la mierda, seducimos a hombres ebrios para que nos paguen un trago y así poder estar igual de ebrios que el resto….
-Damos sexo oral en casi cualquier lugar que nos lo pidan- interrumpió Eliee.
-Gracias por el recordatorio. Pero sí, ¿somos putas? O no, mejor dicho, sin importar el ser o no ser putas, lo que me molesta es esta visión imperialista de lo que significa ser homosexual dentro del mundo entero. Aquí y en Antioquía los antros son iguales, también el comportamiento de los gay, parece que debemos saber de ropita de diseñador así como de moda para poder ingresar en ese mundo. Me estoy cansando un poco.
-El discurso te queda grande Leo- dijo Murat- pues aunque efectivamente seamos homosexuales de calca, lo somos por elección. Mírate tú mismo, te gusta vestir, cuando menos, de manera aceptable, con decoro, serían tus propias palabras, también adoras arreglarte el cabello de una u otra forma, eres una zorra por profesión pues seduces a quién se te pone enfrente, no eres ni por asomo inocente, y tus desapariciones- Murat alzó las cejas- dicen mucho, ¿a quién estás viendo que no quieres decirnos? ¡Oh! Y se me olvidaba, en esta ciudad no se paga por condones, bien sabes que la mayoría usan los que regalan en los antros y bares, sólo Eliee que le gustan los saborizados para dar oral.
-Gracias- Eliee se metió un huevo cocido a la boca en compañía de otro jitomate.
-Sólo está frustrado, la mierda le cayó encima por culpa del fin de semestre y todas las tenciones. Eso y que antes se jactaba de ser todo un intelectual, ¿me equivoco Leo? ¡Ah! También siente que su escritura va en decadencia- dijo Trish.
-Eso no lo habías dicho- dijo Eliee aún con la boca llena.
-Siento que me quedé estancado, escribo sobre lo mismo a toda hora.
-Mira que si tus influencias son la Woolf, la Plath y la Austen, todas ellas que escriben desde sí mismas para el mundo, no debería preocuparte mucho la cuestión- dijo Eliee.
-Soy como la Plath, y también entiendo ser un blasfemo al respecto por compararme con alguien como ella, pero no puedo escribir nada más que de mí y sobre mí.
-Y de nosotros- intervino Murat.
-Y de ustedes, de la gente que me acompaña.
-Es otra forma de realismo, tan a la Émile Zola pero con un aire de Carrie Bradshaw, ella es una de tus inspiraciones y mira que se conjuga contigo en todo, eres como una Bradshaw- Eliee le señaló con el tenedor.
-Sólo que es hombre ¿no? cabrón, y que es gay, que somos uno de los grupos más discriminados en la puta ciudad, además de estar jodidos económicamente como para ir comprando zapatos caros o mochilas a la última moda- Trish se notaba algo molesto, quizá el asunto de identidad también le incomodaba, ese rubro en el cual se veía envuelto ¿se creía una jotona igual que todos? Él sí podía salir del patrón en el cual se encontraban sus otros amigos, pero al parecer no deseaba dejarlos solos.
-Pero bien jodidos en todos los aspectos-apuntó Eliee con mucha alegría.
-¡Jodidos!- le vociferó Trish- no es para bromear, ¿por qué nos pasamos saltando de cama en cama? ¡Eh!, ¿acaso le tenemos miedo a las relaciones estables? Putos de mierda resultamos, vamos a terminar pescando una maldita infección.
-Trish, te estás alebrestando y apenas pasa del medio día. Nadie quiere condimentar su soya con sífilis, VIH o gonorrea- dijo Murat.
-Y herpes, no olvides el herpes- Eliee reía afablemente, era el único que realmente disfrutaba su almuerzo- No sé de qué se preocupan, ¿saben? Es el mismo asunto que hemos hablado durante meses, la heterosexualidad es una sexualidad que no se habla, por otro lado la homosexualidad no sólo debe ser exclamada con signos de admiración, sino debemos envolvernos en una identidad coactiva con los de nuestra propia preferencia sexual para no ser pisoteados por la homofobia. Así la homosexualidad se convierte en una mampara defensiva comunal, que por un lado nos da visibilidad, pero por el otro todo mundo sabe qué es lo que te gusta y prácticamente cómo te gusta. Es perder parte de nuestra intimidad, pero no debemos confundir intimidad con estar en el clóset. Que no es un insulto para aquellos que aún se encuentran en él- Eliee volteó a ver a Leonard- no siempre se puede ser un activista gay, pero si lo vemos por ese lado, ¿no es acaso lo mismo? El ser gay para algunos no sólo es sinónimo de promiscuidad, sino que debe ser antónimo de pasividad, si eres gay en una ciudad como ésta tendríamos que ser miembros activos de alguna asociación a favor de los derechos de los homosexuales y cosas así. También parece que debemos hacer obra gay y exponernos como las locas que somos, no sé ustedes, pero aquí lo que siempre sacamos como conclusión es que todos tenemos derecho a elegir, pero para ello se debe ser consciente de nuestras opciones y si ninguna nos gusta, pues creamos algunas nuevas.
-Claro, las orgías son una novísima opción- bufó Leonard.
-Tampoco la hipercastidad lo es- le contestó Eliee.

Leonard se sintió como una mierda, no podía seguir ocultándoles a sus amigos que se prostituía, ni que se cortaba o que fumaba más de la cuenta, eso o que efectivamente prefería seguir saltando de cama en cama a tener una relación, pues había dejado de creer en el amor.

-No soy hipercasto.
-Pero creo que al menos eres el que tiene una vida sexual menos ajetreada.
-Eso no puedes saberlo Eliee.
-Soy una jotona con estilo y mucha visión, percibo que no tienes más sexo que Murat- Eliee empezó a reír.
-Siempre me metes en tus discusiones como si fuera algo bonito con lo cual se pueda bromear.
-Eres algo bonito Murat, ¿qué acaso no disfrutamos del sexo entre amigos? Además Trish, creo que relaciones amorosas estables por el momento no nos faltan, al menos no a mí. Estoy bien como me encuentro justo ahora, no querrás estar como él- Eliee señaló a un chico risueño de cuerpo bien formado, gafas de armazón negro y collares hechos con semillas en el cuello, era Berger, unos de los gays más ligeros de toda la facultad.
-¿Qué tienes en contra del chico Gerber?- le preguntó Murat mientras los cuatro amigos volteaban al unísono hacia donde se encontraba aquel buen mozo de cabello corto.
-¡No sean tan obvios!- gritó Eliee y entonces Berger volteó hacia su mesa, así que los chicos regresaron la mirada rápidamente hacia sus respectivos platos. A la par empezaron a reír.
-A mí se me hace ligeramente atractivo- admitió Murat mientras terminaba por seccionar ágilmente su soya.
-Es lindo, pero un bobo en toda la extensión de la palabra- Leonard dio un sorbo a su jugo- tomé un seminario con él; siempre estaba durmiéndose y sus comentarios son poco destacados, también me comentaron que no sabe lo que es una nota el pie de página ¿no les parece ciertamente patético?
-Al menos es seguro de sí mismo, supe que se desnuda para las clases de dibujo y cobra por ello- dijo Trish.
-Claro, claro, se desnuda y le gusta la actuación, por eso tiene tan buen cuerpo y lo hace bien- admitió Eliee.
-¿Hacer qué?- preguntó Leonard con un aire socarrón.
-¿Qué más? Vamos, no me van a decir que soy el único que se lo ha llevado a la cama.
-“Llevado a la cama”- enunció Leonard con un tono que sugería sofisticación, pero más que nada intentaba ridiculizar la frase- por qué no dices sencillamente “ME LO TIRÉ”
-Bien Leo, me lo tiré y me gustó- Eliee sacó la perfecta dentadura en una sonrisa burlona.
-No puedo creer que te hallas adelantado, ese era mío- dijo Murat no sin cierto tono de indignación.
-Es de todos y es de nadie, con eso de que le gusta la actuación y desnudarse en público supe que tomó esa clase de actuación, la que dan como materia de apoyo.
-La tomé el año pasado- dijo Leonard.
-Yo el antepasado- dijo Trish.
-Y yo éste semestre, junto con Berger, ya conocen al maestro.
-Sí- dijeron Leonard y Trish al mismo tiempo.
-Yo no, no he tomado esa clase- alzó una ceja Murat.
-Bueno Mur querido, el maestro se llama Antonio, pero le encanta que le digan Tony, usa falda en todos las manifestaciones gay. Nos obligó ir a la última para nuestra calificación final, y ven Tonyyyyyyyyyyyy- Eliee alargó la “Y” con una tónica jocosa, deseando señalar la estupidez de que un hombre como Antonio quisiera llamarse Tony a sus ya más de cincuenta años y sobre todo usar falda frente a toda la ciudad- se estaba poniendo su liguero más “sensual”, que no tendiendo qué tiene de sensual ese hermoso artefacto en unas piernas tan peludas y arrugadas como las de Tonyyyyyy.
-El punto es…- le insistió Murat, quién se empezó a desesperar con los vaivenes narrativos de Eliee.
-El punto es que va Berger y le ayuda a ponerse el liguero a Tonyyyyyyyy.
-Ya entendimos que te parece estúpido su nombre cabrón, así que deja de alargarlo tanto- le interrumpió Trish.
-Bueno pues, dejen de cortarme la inspiración. El punto es que me dijeron que se acostó con Tony.

Todos pusieron cierta cara de asco y desdén. En especial aquellos que conocían al profesor.

-No menores de quince ni mayores de cincuenta hermano- dijo Trish.
-Bue…no- balbuceó Leonard-¿Qué tan malo puede ser tener sexo con alguien de cincuenta y tantos, casi sesenta?- se hizo la pregunta porque verdaderamente no lo sabía, sus clientes siempre eran de cuarenta y cinco para abajo, intentaba que ese escaso número que equivalía a cinco o diez años no le afectara.
-¿Te has acostado con uno de cuarenta? Son buenos, tienen experiencia, además, siempre mantienen este estigma de tener un buen cuerpo, pero Tony no es uno de ellos, no señor- Eliee había terminado su ensalada e hizo a un lado su plato- No Leonard, eso no se hace, no te acuestas con tu profesor bisexual, porque es bisexual…
-Porque les tira la onda a las mujeres- le interrumpió Trish- eso todo mundo lo sabe.
-Yo no- aseveró Murat.
-Es tu culpa, ¿eres el más grande, de semestre más avanzado que nosotros y no has tomado clase con Antonio? Igual no te pierdes de nada- Trish también había terminado con su comida.
-¡Decía!- Eliee alzó la voz- no te metes con tu profesor de actuación para pasar el curso. Además tiene una larga lista de amantes, ¿saben que salió con Silvio? Y no sólo salir de tener sexo y nada más, sino de mantener una relación por un año, ¡UN AÑO!

Los cuatro amigos se escandalizaron un poco como un par de pájaros enjaulados, todos conocían a Silvio, era el gay más vulgar de toda la facultad, el problema es que él no lo veía así, Silvio creía ser un metrosexual por excelencia aún cuando no tenía buen gusto para nada, eso y carecer de talento, pues su obra intentaba hablar sobre la homosexualidad pero sencillamente su discurso se notaba falso y fallido.

-Uy ¿vieron el último video de Silvio?- Leonard chasqueó la boca- creo sería mejor que se dedicara a realizar videos pornográficos, quizá eso le salga bien.
-Más si tiene a Berger como ayudante ¿no? Te aseguro que han de tener algún video en conjunto- susurró Eliee como si en verdad le importara ser escuchado.
-¿Por qué susurras?- preguntó Murat.
-Para dar un aire de suspenso a todo el asunto- dijo Eliee y después se empezó a reír- después de que Silvio dejara a Berger, porque según decía era un infantil, Berger salió fácil como con cuatro hombres más, hasta que encontró un poco de estabilidad con este hombre de nariz grande… ¿cómo se llamaba?- Eliee se quedó pensativo- el que se cree punk- se perdió por un momento hasta que pudo exclamar-¡Petter!
Entonces Leonard, quién se encontraba dando los últimos sorbos a su jugo, no pudo más que empezar a toser.
-Leo ¿estás bien?- Trish empezó a darle unas palmadas en la espalda.
-No idiota, claro que no está bien. Antes de que Leonard saliera con Orlando, Petter era su gran amor platónico, y en eso se quedó, en platónico- señaló Murat.
-No lo sabía Leo- le miraba Eliee mientras Leonard no dejaba de toser.
-Tranquilo- Trish seguía golpeándole la espalda.
-Estoy bien- Leonard tomó aire- en su momento fue una enorme obsesión, pero ya no más. Pero no sabía que había salido con el chico Gerber.
-Ven, ahí está, ahora le dice chico Gerber con total desdén porque está lleno de afecciones- dijo Murat.
-Da igual, sea el tal Petter o Berger, ambos son unas zorras, no supe bien quién dejó a quién, lo único que tengo bien claro es que Richard me comentó que Berger se estuvo revolcando en una cuasi relación con alguien de su grupo de música clásica, que quizá la ruptura con Petter se debió a ello, pero eso fue a los dos días de que terminaron, y no conforme con ello, después de terminar con el músico, Berger se metió con un fotógrafo- señaló Eliee con orgullo.
-No veo la noción de escándalo en todo esto- dijo Leonard no sin cierta indignación- nosotros no somos sólo zorras, sino también putas, porque nos metemos con todo mundo a toda hora. No somos muy diferentes al niño Gerber.
-Entiendo tu punto Leo, pero aquí la cuestión es que nosotros no vamos teniendo noviazgos con todos los tipos con los que tenemos sexo, sólo tenemos sexo y ya, es cuestión de fluidos, el chico Gerber va pregonando por el mundo que ahora tiene un novio, después tiene otro y otro y otro, eso es lo triste, que no busca sexo sino amor.
-¿Es triste buscar amor?- ahora sí Murat parecía indignado.
-Mur querido, no te indignes. Lo triste es tener una decepción amorosa por semana, es triste creer tanto en el amor y confundirlo con sexo cada tercer día. La cuestión es que si vamos por la vida buscando una relación como lo hace el niño Gerber lo único que encontraremos es un gran trauma existencial, así es mejor tener sexo sin compromisos- culminó Eliee
-Y con protección, por favor- acentuó Trish- porque por mí puedes estar con quien quieras sin protección, pero eso sí, no lo vuelves a hacer conmigo.
-No seas tan remilgón Trish, siempre me proejo- Eliee torció la boca.
-Aunque no sería mala idea el que todos asistiéramos a un laboratorio para hacernos todas las pruebas, sífilis, VIH, gonorrea…- decía Murat cuando Eliee lo interrumpió.
-Y herpes querido, no olvides el herpes.
-Y herpes- terminó diciendo Murat.

Leonard se asustó un poco. Era verdad, se había protegido con todos y cada uno de sus clientes, pero aún así la tentativa de tener alguna infección venérea le aterraba. No podía negarse, se haría el estudio junto con todos sus amigos, ya que si no podía ser u gay activista, al menos sería una puta con decoro.

5 comentarios:

  1. solo hay una verdad en tu texto: eres un cliché. Además de mal escritor.

    ResponderEliminar
  2. Hola J, gracias por pasar. Pues me parece tienes toda la razón, es un texto sacado del cliché, un cliché muy mundano (verdaderamente) pero de ahí nace todo. Es la exposición de la homosexualidad dentro de nuestros días, esa que se ha quedado estancada en lo banal y superfluo, el materialismo sin la búsqueda de una identidad. Aunque por otro lado, si te refieres a que yo como escritor (que ya has mencionado, soy mal escritor) soy un cliché, pues también me temo tienes toda la razón.

    No soy buen escritor, bueno, ni si quiera tengo mucha imaginación, ya me lo han dicho muchas veces personas que estimo demasiado y por lo mismo su comentario es apreciable; por otra parte también me han comentado que no hay nada de malo en no querer despegarme de este realismo (que cae en lo mundano). No obstante sucede que las personas se pueden llegar a ofender.

    Un amigo me dijo: “Será que si te dejan escribir un relato sobre piratas, tú lo harías sobre los piratas del mercado”. Muy probable. La fantasía no se me da, quizá tampoco la ficción purista (si es que acaso existe tal línea de trabajo) sólo tomo personajes de la vida real y los modifico de muchas formas y en gran manera, el problema es que varias personas se sienten identificadas (con toda razón) y es ahí cuando se molestan (con más razón). Quizá por eso es un cliché, pero nada justifica que sea poco imaginativo, que tome vidas ajenas, que sea un cliché y un mal escritor.

    Saludos. Tu comentario me ha dejado pensando, eso y otros más que me llegaron de forma externa.

    ResponderEliminar
  3. no estoy de acuerdo, eres buen escritor, aunque si del cliché, pero bueno, la vida en un cliché enooooooooooooooorme!!

    y muy buen texto, luego leo la segunda parte jeje

    ResponderEliminar
  4. Gracias chico Sinester, me gusta que seas honesto... buen escritor sí, JO pero del cliché también. Tienes razón, la vida es un cliché enorme y yo me la paso escribiendo entorno a ella. Próximamente inicio mis entradas sobre los demás personajes, hoy me la he pasado pensando en ello.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Excelente escritor Lucio! creo que en TVnotas ya t estan buscando! ;)

    ResponderEliminar

Lalalea aquí